Evolución de los sectores por coronavirus | Súmate

22 de abril de 2020

Escrito por Daniel Bengochea

La crisis del COVID-19 está, irremediablemente, modificando los esquemas de consumo de países enteros cuyos sectores, algunos de ellos ajenos a ciertos cambios tecnológicos,  son cada vez más inciertos. Entre tanta predicción económica, solo una cosa puede darse por sentada: el comercio electrónico a nivel mundial va a dar este 2020 un importante paso hacia delante.

Nuestros intereses de compra son otros

Es habitual que, frente a un nuevo paradigma, los hábitos sociales evolucionen hacia otro tipo de necesidades. Medidas como la suspensión de la actividad lectiva, el teletrabajo y las cuarentenas, forzosas y voluntarias, hace que los ciudadanos pasen más tiempo en sus hogares y que, en consecuencia, sus intereses se adapten a estas nuevas circunstancias.

Solo hay que acudir a los Insights de búsqueda que recopila Think with Google para entender esta nueva ruta sociocultural. Los datos reflejan como estos nuevos intereses están orientados hacia tres claros ejes: necesidades inmediatas, el nuevo día a día y comportamientos emergentes, con tendencias de búsqueda que van desde ayudas para autónomos hasta restaurantes a domicilio o educación a distancia.

Debido a estas conductas, muchos sectores han visto como su actividad se paralizaba paulatinamente, otros, en cambio, han tenido un gran repunte en las ventas. Buen ejemplo de ello es el acopio masivo de alimentos y productos básicos que hubo los primeros días en los supermercados, que se explica por el consumo sociológico adherido a cualquier crisis de similar magnitud a la del COVID-19. Un caso excepcional y poco representativo con el desarrollo del resto de sectores desligados de la venta online, como veremos a continuación.


Comunicación y entrenamiento digital

En medio de una alerta de estas características, la información es poder. Conocer el avance de la infección en tiempo real ayuda a tomar mejores decisiones, tanto colectivas como individuales. Los ciudadanos exigen actualizaciones constantes y, si es posible, en tiempo real.

Esto supone todo un reto para el tratamiento de datos. Medios de comunicación online y especialistas en big data intentan arrojar luz a la avalancha informativa desencadenada por el coronavirus creando gráficos interactivos y dashboards dinámicos, como este de la Johns Hopkins University (JHU) de Estados Unidos, que muestra las cifras de contagiados, fallecidos y curados casi hora a hora.

En cuanto al entretenimiento digital, y como era de esperar, las plataformas VOD y el sector del videojuego online -muchas compañías están regalando juegos como estrategia  inbound de captación-  se han disparado. Tanto es así que Netflix ha tenido que bajar la calidad de su streaming para poder mantener operativo el servicio. Compromiso al que ha llegado con la Comisión Europea para no sobrecargar la red.

Semejante apuesta por el servicio en línea está haciendo del confinamiento un periodo de habituación digital que, posiblemente, acabe traspasando las fronteras de esta crisis.

Movilidad: viajes, turismo, hoteles

Los mayores perjudicados en el corto plazo son los negocios relacionados con los viajes y el turismo. Varios países han suspendido vuelos internacionales, y las reservas de alojamientos y paquetes de ocio se han desplomado. No es el momento de planificar desplazamientos y, de hecho, no se espera ninguna actividad en este sector hasta bien entrada la campaña veraniega con una estimación en pérdidas cercana  a los 60.000 millones de euros a lo largo del año, según la previsión de Statista.

El sector del turismo va a tener grandes pérdidas por culpa del coronavirus

Como consecuencia de esta paralización en la movilidad, cámaras fotográficas, maletas y todo tipo de productos relacionados lideran la lista de las categorías que más rápido han caído en ventas.

Salud y belleza

El cuidado personal es otro de los grandes beneficiados. Desde el inicio de la cuarentena, la venta de productos deportivos de uso doméstico a través del e-commerce ha aumentado más de un 20%. La falta de actividad física al aire libre o en lugares especializados está llevando a gimnasios y entrenadores a impartir sesiones de entrenamiento online. Una interesante forma de adaptación a este nuevo ecosistema.

En cambio, las categorías textil y cosmética cayeron en picado con el anuncio del estado de alarma, como bien apunta este barómetro de Acotex de Marzo, aunque estos últimos días la venta online de dichos productos se ha estabilizado de nuevo, algo achacable a la normalización de la situación y la necesidad del consumidor de sentirse mejor. Además, muchos fabricantes del sector están sustituyendo su producción por la de geles y mascarillas, materiales sanitarios necesarios para la lucha contra el coronavirus.


Educación


La etapa lectiva de este 2020 también se ha visto alterada por la crisis del coronavirus y el cierre de las entidades educativas. Como solución a la falta de clases, algunos profesores están impartiendo clases a través de Internet, y muchos padres han establecido horarios y rutinas para sus hijos. Gracias a estas actividades, la venta de material escolar ha crecido un 79% las últimas semanas, como recoge el estudio de mercado realizado por Guillem Sanz sobre las ventas de los e-commerce durante el confinamiento.

La otra cara de la moneda es la educación online certificada. La cuarentena está haciendo que aumente la demanda de cursos digitales -gratuitos y de pago-, lo que puede significar un importante cambio de mentalidad en el estudiante a la hora de acceder a la educación.

Retail, e-commerce y nichos de mercado

El confinamiento ha limitado las adquisiciones en establecimientos físicos, muchos de ellos cerrados, y, posiblemente, el proceso de apertura será lento y escalonado . Pero la necesidad de comprar seguirá estando ahí, tanto alimentos y otros artículos de primera necesidad como productos de ocio y entrenamiento -sobre todo digital-. ¿Quién se beneficiará de esta situación? Los e-commerces y los marketplaces.

De hecho, los pequeños retailers que tienen un target de nicho están viendo en la venta online una puerta hacia otros públicos antes inalcanzables. ¿Por qué? La respuesta se encuentra en el cambio de conductas: toda nueva necesidad es, a su vez, una oportunidad.  La tendencia de hacer pan casero, por ejemplo, está consiguiendo que las grandes superficies no puedan cubrir la demanda de levadura, y muchos clientes, necesitados de un sustituto, han descubierto en el pequeño comercio online un eficaz aliado con productos y marcas exclusivas.

No son tiempo de click-to-brick ni de ROPO (Research Online, Purchase Offline), si no de e-commerce puro y duro. Este periodo es propicio para analizar las debilidades de la tienda online y solucionarlas, cara a garantizar a los usuarios el acceso a todo el catálogo desde su ordenador o su móvil.

El coronavirus ha llevado a los sectores a un escenario de incertidumbre

Parece que el ganador indiscutible de esta crisis es el comercio electrónico, pero lo cierto es que nadie estaba preparado para una situación como la que estamos viviendo y muchos empresarios están teniendo grande problemas de logística con los envíos.

Lo que está claro es que la sociedad está educándose en un nuevo modelo de consumo, pero la pregunta que todos nos hacemos: ¿por cuánto tiempo?

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Por Daniel Bengochea

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