Google Authorship ha recibido la puntilla por parte de Google después de comprobar que el programa de valoración de la autoría como factor de posicionamiento web no estaba funcionando todo lo bien que el buscador quería, ni desde el punto de vista de los creadores de contenido ni desde el del internauta.
John Mueller, uno de los analistas de Google involucrados en el desarrollo de Google Authorship desde su arranque hace alrededor de tres años, aclaraba a través de Google+ que el proyecto de autoría no estaba contribuyendo al objetivo principal de Google: mejorar la experiencia del usuario. Según Mueller, la identificación de Authorship no impulsaba un aumento en el tráfico de una web, y ni siquiera ayudaba a incrementar el CTR (click through rate) de los anuncios.
Así que, filosofía de Google al poder: si algo se prueba y no funciona, va directo al cementerio de productos desechados de la compañía, en el que Google Authorship acaba de estrenar lápida.
Authorship: cambios continuos y adopción complicada
La historia de Google Authorship, que se remonta a 2007 con la patente de Agent Rank, comenzó oficialmente en 2011, momento en que Google empezó a fomentar la inclusión de las etiquetas rel y la optimización de perfiles en Google+ entre los propietarios de webs y creadores de contenido. La idea del proyecto Authorship se basaba en premiar en su posicionamiento SEO a aquellas páginas cuya autoría se hallaba validada, tanto mediante un ascenso en el ranking como con el añadido de ciertos atributos, entre ellos la fotografía del autor en los resultados de búsqueda.
Aunque la idea era loable, nunca acabó de cuajar del todo. Uno de los síntomas de esta debilidad eran las modificaciones continuas efectuadas por Google en pos de una optimización que se hacía de rogar, entre ellas la supresión de las fotos en las búsquedas hace unos meses.
Motivos para el final de Google Authorship
De forma concreta, y según recoge Search Engine Land, las causas de esta muerte anunciada son dos:
- Baja adopción del sistema de autoría por parte de los propios autores. Su implementación conllevaba cierta dificultad, y esto había provocado que la mayoría no lo hubiera desarrollado (según puntualiza SEL, nada menos que un 70%) y que, entre los que habían apostado por Authorship, muchos hubieran ejecutado el proceso de manera incorrecta.
- Escaso valor para el usuario. Después de la eliminación de las fotos en los resultados de búsqueda en un intento de simplificar la navegación desde dispositivos móviles, Google comprobó que esto no afectaba en absoluto al volumen de clics recabados.
¿Y ahora? ¿Y en el futuro?
Tras la desaparición de Authorship, Google ha precisado que quedarán aún en funcionamiento algunos residuos del programa, como por ejemplo la muestra de atributos de autoría (incluida la foto) para usuarios de Google+ que vean contenidos de personas que tienen en sus círculos.
Por otro lado, que ya no esté en marcha Authorship no quiere decir que Google no disponga de medios para considerar en su algoritmo la procedencia de un contenido y la fiabilidad de su fuente como factor de posicionamiento SEO. Por ello, no deberíamos descuidar aquellos signos que certifiquen la calidad de los contenidos de nuestras páginas y el reconocimiento de quienes las elaboran.
Finalmente, algunos expertos apuntan a que la próxima criatura de Google en irse a la tumba será Google+, donde muchos usuarios reconocen estar más por obligación, forzados por su asociación a una cuenta de Gmail o por objetivos puramente SEO, que por devoción. Se admiten apuestas.