Convénceme para que haga clic: el secreto de los titulares en Internet | Súmate

2 de marzo de 2015

Si has llegado hasta aquí, lo he conseguido: la receta del buen titular ha obrado su magia y te he convencido para que pinches en el enlace y revises el contenido que he prometido proporcionarte. Y se trata de una receta más compleja de lo que parece, pues requiere utilizar muy pocos ingredientes (palabras) para contar de qué va un producto (post, artículo, libro…) y crear en quien lo encuentra un ansia irrefrenable de consumirlo (verlo, ojearlo, leerlo).

Los titulares constituyen la carta de presentación de prácticamente cualquier contenido: artículos y noticias en medios de comunicación, piezas de blogs, vídeos, archivos de audio… Y, por supuesto, posts, correos electrónicos, landing pages, ebooks y demás elementos que forman parte de una estrategia de Inbound Marketing.

Por ello, antes de lanzarte a teclear en busca de una combinación de caracteres que roce la perfección y atraiga clics como la miel, es vital conocer una serie de cuestiones que marcan la frontera entre un titular maravilloso y uno desastroso. Las podemos clasificar en condicionantes, trucos y modas en Internet.

Condicionantes a la hora de escribir un titular

En primer lugar, es necesario tener en cuenta cuatro reglas, más o menos tácitas, a las que debe circunscribirse cualquier golpe de inspiración:

  1. El titular ha de tener sentido por sí mismo. Esto quiere decir que debe constituir una unidad de significado cuya comprensión sea posible al margen del resto de los elementos de la pieza. Más llanamente: tiene que contar de qué va lo que viene a continuación, sin obligar a leer ni una sola palabra más para entenderlo.
  2. El titular en Internet no debería superar los 70 caracteres. En la red es fácil caer en los titulares largos, dado que no nos encorseta la dictadura de las cajas de texto de una publicación impresa. Pero, ojo: cualquier titular con más de 70 caracteres se visualiza incompleto en una búsqueda en Google. Por tanto, la capacidad para atraer clics es menor que la de aquellos titulares que aparecen enteros.
  3. Ha de redactarse incluyendo la palabra o palabras clave que nos interesan desde el punto de vista SEO. Se trata de que las personas interesadas en un contenido como el nuestro puedan localizarlo. Para ello, utilizaremos las keywords que lo saquen al escaparate, no estructuras de frase que lo arrojen al almacén.
  4. El titular tiene que ser claro, no confuso. Ni que decir tiene que las faltas de ortografía, las inconcordancias gramaticales, una puntuación inadecuada, el uso de abreviaturas y el abuso de siglas convierten a un titular en un insondable jeroglífico.

Chica leyendo en tablet

Trucos para dar con un titular a medida

¿Cuándo escribo el titular? ¿Al principio, antes de hacer el resto del texto, o al final, cuando ya lo tengo todo, como la guinda del pastel? Esta suele ser la pregunta del millón del redactor novato. La respuesta es que cada maestrillo tiene su librillo. Pero, si me tengo que mojar, diré que en mi caso es lo primero que hago. ¿Por qué? Porque me sirve para centrar mis ideas y asegurarme que el texto se ajustará a lo que quiero. Es como una percha en la que vamos colgando toda la ropa y los complementos: si intentamos colocarlos sin un soporte, estos caen sin orden ni concierto.

Por otro lado, cuando ensayamos con varias fórmulas de titular, nos puede ocurrir que al final ninguna nos suene bien por pura ofuscación mental. Para salir del atolladero, lo mejor es recabar la opinión de otra persona que no sepa de qué estamos escribiendo. El titular que más le guste suele ser la mejor opción.

Finalmente, no está de más ponerle una gota de originalidad, algo de chispa, en la redacción: si tú te estás aburriendo al escribirlo, lo más probable es que espantes a quien lo lea.

 

Perchas

¿Abrazar u odiar las modas del momento?

La redacción de titulares también está sujeta a tendencias, tanto geográficas como temporales. Un ejemplo del primer caso sería la omisión de los artículos en los titulares de publicaciones latinoamericanas, algo que ni se nos pasaría por la cabeza a los españoles. En cuanto a las modas del momento, podemos recoger tres que actualmente hacen furor en Internet:

  • “Impresionante, impactante, maravilloso, no te lo esperas. Si pinchas aquí, lo vas a flipar”. La táctica de crear suspense para engatusar al interlocutor es la salsa de cualquier historia; pero una cosa es dar un avance para dejar al lector con ganas de más y otra muy distinta es juntar adjetivos rimbombantes para, a la postre, no decir nada. De hecho, Facebook ya ha tomado medidas para marginar este tipo de contenidos y hacer que aparezcan cada vez menos en el newsfeed del usuario. La razón es que detrás de este tipo de titulares suelen ocultarse páginas con muy poco valor y que no responden a las expectativas generadas.

Titular click bait ejemplo

  • ¿Te pregunto o te grito! Preguntar y exclamar son recursos que aportan colorido al lenguaje escrito y que cada vez son más frecuentes en los titulares. Sin embargo, tampoco hay que abusar, y cuando los utilicemos debemos tener claro que son realmente necesarios, sobre todo la exclamación. Ojo: en castellano tenemos signos de apertura y de cierre de la frase, ¡no solo de cierre!

Titular exclamación ejemplo

  • “5 trucos, 8 razones, 25 maneras… de freír un huevo”. Las cifras tienen un gran poder para captar la atención, y los titulares que remiten a listas de elementos que te solucionarán la vida evocan contenidos directos y fáciles de leer. La parte negativa es que la proliferación de esta estructura termina conduciendo al esperpento, y ya hay internautas que confiesan estar hartos de los contenidos compuestos por enumeraciones.

Titular lista ejemplo

 

Ahora que ya tienes en tus manos las claves básicas para redactar un buen titular, solo te falta el ingrediente secreto para asegurarte el éxito. Y este es… ¡la práctica!

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