La forma en que las personas y las empresas interactúan, comercian y se comunican ha cambiado gracias al Internet. No obstante, junto con el aumento exponencial del uso de Internet, también han surgido nuevas formas de abuso y explotación. El ciberfraude o cybersquatting, es una de las prácticas más engañosas y puede poner en peligro la integridad del comercio electrónico y las marcas comerciales.
La ciberocupación o cybersquatting, también conocido como apropiación de nombres de dominio, es el acto de registrar un determinado nombre de dominio que se asemeja a uno verdadero para traficar con él o usarlo para fines fraudulentos, los ciberocupas, además de clonar la tienda, crean anuncios falsos en diferentes plataformas para llegar a un mayor número de usuarios a los que estafar.
¿Cuándo se considera que una marca está sufriendo una suplantación de marca?
Según la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), para que ocurra el cybersquatting o suplantación de marca, se deben realizar algunas de las siguientes prácticas:
- Los ciberocupas registran nombres de dominio similares que son variantes cercanas de marcas conocidas. Podrían registrar “pay-pal.com” en lugar de “paypal.com”, por ejemplo. Estos dominios similares desvían el tráfico web hacia el sitio web del ciberokupa, aprovechando los errores tipográficos comunes de los usuarios.
- Otra práctica común consiste en la creación de tiendas falsas que a priori parecen de la marca original y la propagación de estas a través de anuncios falsos en redes sociales y Google Ads.
- El aprovechamiento de errores tipográficos, también conocido como typosquatting, es una práctica muy común para realizar ciberfraude y suplantar la identidad online. Esta práctica se enfoca en capturar tráfico web proveniente de búsquedas con errores, llevando al usuario hacia una página web falsa. Un ejemplo típico de typosquatting es un dominio como “facebok.com” en lugar de “facebook.com”.
¿Cómo puedes detectar si tu marca está siendo víctima de ciberocupación?
Debido a la variedad de métodos utilizados para implementar esta estrategia maliciosa, es muy difícil verificar manualmente todas las combinaciones potenciales. Por lo tanto, el INCIBE recomienda utilizar herramientas que faciliten la automatización del proceso.
Escucha las quejas de los usuarios en el departamento de atención al cliente
Si un cliente realiza un pedido a través de un anuncio falso en Facebook y este no llega, lo más probable es que consulte con el centro de atención al cliente de la marca. Si damos el aviso a este equipo, podremos detectar, gracias a estas incidencias, posibles problemas de suplantación de marca. Si se comprueba que el pedido no se ha realizado en la web real de la marca, podemos sospechar que hay anuncios falsos pululando por la red.
Revisa el volumen de tus ventas, pueden haber bajado tras un ataque de cybersquatting
El volumen de ventas se puede ver afectado tras un caso de ciberfraude. Si a los usuarios les están apareciendo anuncios falsos y están comprando a través de esas páginas es probable que la facturación real se resienta. Es importante analizar los datos internos para detectar caídas en la conversión.
Las valoraciones y comentarios en el perfil de empresa de Google también pueden ayudarte a detectar tiendas falsas
Si una marca está siendo víctima de un ciberfraude, es muy probable que los clientes que compren a través de los anuncios falsos se sientan estafados y dejen constancia de esto en los perfiles online de la compañía. Revisar los comentarios del perfil de empresa de Google es importante porque puede ser un punto donde los usuarios dejen su queja. En el caso de encontrarte con quejas de este tipo, recomendamos contestar de manera educada exponiendo el problema de la suplantación de marca y la necesidad de comprar solo en la tienda oficial.
Monitoriza los comentarios en tus Redes Sociales
Tal y como comentábamos en el punto anterior, la escucha activa de los usuarios es clave para detectar una suplantación de identidad online. Las redes sociales también son un canal donde los compradores pueden compartir su frustración o enfado tras comprar y no recibir su pedido debido a un fraude.
Haz búsquedas de marca de manera proactiva para detectar anuncios falsos
Es esencial realizar búsquedas con el nombre de la marca, los productos o los servicios que se ofrecen en el caso de que estos tengan un naming específico asociado a la compañía. Recomendamos hacerlo con variantes del nombre, misspellings o añadiendo outlet o rebajas al nombre de dominio. Te puedes sorprender al encontrar clones de tu página que ofrecen productos mucho más baratos.
Qué tipos de fraude se cometen en el ámbito digital
Existen diferentes tipos de fraudes cibernéticos en el que los usuarios sufren la apropiación de datos personales y/o bancarios que acaban siendo utilizados para cometer un delito. Los fraudes más utilizados por los estafadores son:
- Phishing o suplantación de identidad: uno de los fraudes más comunes en Internet. Se basa en el envío de correos electrónicos que parecen provenir de una fuente confiable. Estos mensajes suelen incluir enlaces maliciosos o archivos adjuntos diseñados para robar información personal, como contraseñas o datos bancarios.
- Tiendas online fraudulentas: este tipo de fraude en línea se lleva a cabo a través de sitios web falsos que hacen que las empresas en las que las personas suelen confiar parezcan reales. Estas páginas suelen ofrecer productos a precios muy bajos. El pedido nunca se envía y cuando la víctima se da cuenta ya es tarde porque el dinero de la víctima ha desaparecido en la web.
- Malware: son programas informáticos maliciosos se infiltran en dispositivos electrónicos, como ordenadores o teléfonos móviles con el fin de dañar, robar datos o tomar control del sistema.
El cybersquatting es una amenaza real y presente en el mundo digital. No permitas que los ciberocupas perjudiquen la reputación y el valor de tu marca. En Súmate, nuestro equipo se encuentra en continua formación para estar al día de los últimos métodos utilizados para suplantación de marca.
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