Inbound Marketing, marketing de contenidos y branded content: ¿son casi lo mismo? ¿Qué diferencias hay entre estas tres estrategias de marca?
El cambio en los hábitos tradicionales de consumo de publicidad ha desencadenado una evolución de las estrategias puestas en marcha por las marcas para intentar influir en las preferencias de los individuos. Teniendo en cuenta que estos últimos han desarrollado habilidades para eludir, eliminar o hacer caso omiso de la publicidad no deseada, el reto está en desarrollar otro tipo de comunicación de marca no intrusiva y que no sea percibida como publicidad.
Dentro de esta tendencia se insertan tres posibilidades que utilizan los contenidos como plato estrella: el branded content, el marketing de contenidos y el Inbound Marketing. Pero, a pesar de tener a los contenidos como punto en común, cada una de estas tres vías cuenta con sus características propias.
‘Branded content’: contar historias para entretener
El branded content se basa en la técnica del relato (storytelling) con la intención de ofrecer al consumidor un contenido lúdico, que le entretenga, y que la persona decida visualizar por propia voluntad.
Se trata, por tanto, de ofrecer al potencial cliente experiencias, más que conocimientos, y por ello el branded content suele apostar por cortometrajes, películas, apps, juegos, o incluso multimedia, como formato para sus propuestas.
Para que un contenido sea considerado como branded content, la marca debe mojarse en su elaboración y transmitir sus valores a través del resultado: no vale con una simple acción de product placement asociada a un producto que se ha concebido sin participación alguna por parte de la firma.
Un ejemplo característico de branded content es el del proyecto Red Bull Stratos, en torno al salto desde la estratosfera de Felix Baumgartner.
Marketing de contenidos: informar y educar
El marketing de contenidos busca informar y educar más allá de la intención lúdica del branded content. Se trata de potenciar la credibilidad y la confianza de los clientes –potenciales o reales- de la marca por medio de la generación de post y contenidos en los que esta pueda destacar como figura de autoridad, tanto si se trata de documentos originales y exclusivos como si se apuesta por la
curación de contenidos, ofreciendo compilaciones únicas en el sector y de utilidad para el consumidor.
El marketing de contenidos alimenta también el posicionamiento SEO y surte de material a las publicaciones en Social Media. Para profundizar en la diferenciación entre el marketing de contenidos y el branded content, es interesante consultar este post de Javier Regueira.
Inbound Marketing: táctica de atracción
Si ya tenemos claro en qué consisten estas dos primeras opciones, el Inbound Marketing puede considerarse como la tercera hoja del trébol dentro de la aplicación de los contenidos a la difusión de marca. El Inbound Marketing bebe del marketing de contenidos en lo que a generación de estos últimos se refiere, pero hay que añadirle una vertiente táctica de la que el marketing de contenidos carece.
Dentro de este aspecto se incluirían acciones de Inbound como el lead nurturing, así como el diseño de una oferta personalizada para cada individuo en función de su ubicación dentro de las etapas de la relación entre este y la marca (ajeno a la existencia de la firma, visitante, lead, cliente y promotor).
Además, el Inbound Marketing, como destaca Spencer Powell, abre posibilidades como el diseño de eventos que conducen a la creación de contenidos favorables a la marca por parte de terceros. Esto lo convierte en uno de los métodos más completos para impulsar la atracción de los clientes hacia los productos y servicios de una marca.