¿Qué puedes conseguir con la Inteligencia Digital? | Súmate

6 de julio de 2016

Escrito por Gema Diego

Predecir el futuro. Saber si eligiendo tal cosa estamos tomando la mejor decisión de nuestra vida o nos vamos a caer con todo el equipo. Ojalá fuéramos capaces de hacerlo, ¿verdad? Sin embargo, la incertidumbre es una compañera inevitable en nuestro camino, también dentro de nuestro negocio. Pero lo que sí podemos hacer es reducirla a través de una herramienta tremendamente novedosa: la Inteligencia Digital.

La Inteligencia Digital se define como un procedimiento de mejora que se integra en las empresas con el fin de recoger los datos que genera su actividad, sistematizarlos, interpretarlos y convertirlos en información, con la vista puesta en utilizar esta para tomar decisiones con una alta probabilidad de éxito.

 

¿Para qué le sirve la Inteligencia Digital a mi empresa?

En el ámbito empresarial y organizacional, el contexto de aplicación de la Inteligencia Digital es tremendamente amplio. Veamos algunos ejemplos.

  • Si tenemos un ecommerce, podemos calcular la influencia de cada uno de nuestros productos en las ventas, de manera que sabremos cuáles potenciar para incrementar nuestras ganancias.
  • Pareja joven haciendo la compra en un hipermercadoEn un hipermercado, es posible tratar los datos recopilados a través de la tarjeta de fidelización y de esta forma conocer cuándo, cuánto y qué compran los clientes cara a orientar mejor las campañas de marketing. Por ejemplo, si detectamos que los clientes provienen, en su mayoría, de ciertos barrios o municipios, podemos restringir el buzoneo de folletos a estos, así como destacar aquellos productos más populares en cada área.
  • Para el mercado asegurador, la Inteligencia Digital permite determinar el riesgo asociado a cada potencial cliente, cuantificándolo de forma objetiva mediante escalas que luego influyen en el cálculo del precio final del seguro.
  • Dentro de la banca, cabe inferir la probabilidad de perder a un cliente actual. Esta información es muy valiosa para diseñar planes comerciales de retención, ya que en este sector el coste de perder a un usuario es mucho mayor que el de adquirir uno nuevo.
  • Incluso para los cuerpos de seguridad de diferente nivel la Inteligencia Digital tiene mucho que ofrecer. Bebiendo de las fuentes de la Inteligencia Criminal, el procesamiento de activos digitales ayuda a definir perfiles de delincuentes tipo y a predecir dónde es más probable que tenga lugar un acto delictivo. Uno de los usos más recientes es la monitorización de las redes sociales para detectar amenazas relacionadas con la violencia de género.

En resumen, según manifiesta el director de Inteligencia Digital de Súmate, Javier Parra, esto nos ayuda «a conocer de verdad a nuestro cliente, agregando valor mediante la segmentación de públicos».

 

¿Qué pasos comprende la adopción de la Inteligencia Digital?

Apostar por la Inteligencia Digital y concederle un papel preeminente en el negocio requiere del compromiso de la C-suite -al igual que el Inbound Marketing, como ponían recientemente de relieve los ponentes del Inbound Marketing Made In (IMMI), al que asistió Súmate-: implantar este proceso en el corazón estratégico de la compañía es, evidentemente, tarea de la alta dirección.

Una vez que tenemos esto claro, integrar la Inteligencia Digital en el día a día de la compañía comprenderá los siguientes pasos:

 

1.      Obtener los datos: escuchar

Un hombre realiza un análisis de datos dentro de un proceso de Inteligencia DigitalUna compañía está continuamente recibiendo inputs, lo que constituye una excelente oportunidad para recabar los datos necesarios sobre los que sustentar su plan de Inteligencia Digital. En el ámbito electrónico, podemos calificarlos como activos digitales que llegan a través de medios:

  • Propios: web y blogs corporativos, páginas gestionadas por la empresa en redes sociales.
  • Ganados: medios externos que mencionan a la empresa en sus publicaciones de forma natural.
  • De pago: incluyendo el posicionamiento de pago y la publicidad de cualquier tipo.

Para reunir los datos que nos proporcionan estos activos digitales existen numerosas herramientas. Una de las más populares es Google Analytics, aunque hay otras que, en general, funcionan mediante la inserción de píxeles de medición que registran de forma anónima y agregada el comportamiento de los usuarios.

Además, no podemos olvidarnos de todos los datos que la empresa recaba offline y que conviene integrar en la base general con los conseguidos online cara a extraer conclusiones más amplias y atinadas.

 

2.      Transformar los datos: convertirlos en información

Cuando el volumen de datos reunidos es suficientemente representativo, entran en escena los analistas, encargados de transformar estos inputs en información. Para ello, deben trabajar con las bases de datos, llevando a cabo labores de:

  • Discusión sobre datos en una empresaLimpieza, para eliminar los registros irrelevantes.
  • Deduplicación, para identificar registros dobles y unificarlos cuando sea preciso.
  • Normalización, para asegurarse de la traducción de los datos bajo las mismas categorías y escalas de medición.

Esta tarea también se conoce como proceso ETL (extract – transform – load), algo que, en definitiva, tiene como meta convertir la maraña de activos digitales de una organización en ficheros listos para ser explotados estadísticamente.

De esta base, los analistas extraerán aquellas métricas y KPI (key performance indicators) de interés para la compañía, los pondrán en contexto y plasmarán estas conclusiones en gráficos y presentación con un alto componente visual para facilitar la comprensión de la información.

 

3.      Aplicar los datos: analizar y decidir

De esta forma, podremos saber qué ha ocurrido en relación con nuestra empresa durante el periodo en el que hayamos recogido los datos. Pero la Inteligencia Digital permite ir todavía un paso más allá, activando sus posibilidades de predicción mediante dos vías:

  • El análisis predictivo, que se basa en la revisión de datos históricos y presentes para adivinar eventos del futuro. Se usa habitualmente en sectores como la banca o las aseguradoras, cara a determinar el riesgo de impago o pérdida de determinados clientes.
  • El análisis proactivo, que se centra en intuir los problemas que podrían aquejar a una organización en el futuro con el fin de prever y tener preparadas las posibles soluciones.

Además, hemos de tener en cuenta que la Inteligencia Digital no es un proceso lineal, que comienza y termina, sino que, una vez implantada en la compañía, debemos ocuparnos de una retroalimentación constante (en forma de carga y análisis de nuevos datos) para que nos siga reportando réditos.

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